Polémica en Irán: ‘Robots avanzados’ en feria tecnológica resultaron ser personas disfrazadas

28.11.2025

Una exposición de alta tecnología mostró "robots humanoides" — pero vídeos virales revelan que eran actores con vestuario; el engaño desata burlas y críticas a la industria tech y al marketing en Teherán.

Durante la más reciente feria tecnológica Kish Inox Tech Expo en Irán, organizadores presentaron "robots humanoides de última generación" como parte de sus exhibiciones. Según versiones oficiales, dichos robots representaban un salto tecnológico en automatización e inteligencia artificial. 

Sin embargo, poco después del evento comenzaron a difundirse vídeos y capturas que mostraban detalles que delataban la farsa: los "robots" tenían cicatrices en la piel, parpadeaban de forma humana y, en algunos casos, respiraban de manera claramente humana. Este hallazgo hizo que usuarios de redes e internautas comenzaran a viralizar los contenidos, calificando el montaje de engañoso y acusando a los organizadores de engañar al público con promesas tecnológicas exageradas. 

La reacción no se hizo esperar: en redes y medios internacionales comenzó una ola de burlas, memes y cuestionamientos sobre la credibilidad de eventos tecnológicos en la región. Además, analistas critican el impacto que este tipo de engaños puede tener sobre la confianza pública en el desarrollo tecnológico en Irán —un país bajo fuerte presión económica, sanciones e intento de proyectar una imagen de modernización. 

Para muchos observadores, el episodio evidencia que detrás del marketing tech pueden existir ambiciones propagandísticas o de consumo superficial, más allá de avances reales. Si bien la expectativa por robots, IA y renovación quedó viva, tras este escándalo quienes confían en la innovación demandan mayor transparencia, ética y pruebas tangibles.

La controversia también abrió el debate global sobre "humo tecnológico" — la construcción de espectáculos mediáticos que prometen futuro con robots o máquinas inteligentes, pero que en realidad recurren al engaño visual para impresionar. En un mundo donde la IA y la robótica generan esperanza y miedo a la vez, casos como este alimentan la desconfianza y subrayan la necesidad de regulación, verificación y honestidad en la comunicación científica.

Este episodio —más allá de la burla— podría marcar un antes y un después en cómo se promueve la tecnología en ferias y exposiciones, no solo en Irán, sino en cualquier parte donde lo digital y lo mediático convivan con expectativas de progreso.