Ecuador declara el primer corredor de conectividad amazónica Palora‑Pastaza
El gobierno ecuatoriano anunció hoy el Corredor de Conectividad Palora‑Pastaza, una iniciativa histórica que reconoce el papel clave de territorios indígenas para conservar la biodiversidad amazónica
Quito, Ecuador – 29 de julio de 2025 – En un paso trascendental para la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad en la Amazonía, Ecuador ha declarado oficialmente el primer corredor de conectividad en su región amazónica: el corredor Palora-Pastaza. Esta iniciativa estratégica busca asegurar el flujo genético y la movilidad de la fauna silvestre, además de proteger los ecosistemas vitales de una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta.
La declaración de este corredor de conectividad es el resultado de un trabajo conjunto entre el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), gobiernos locales, comunidades indígenas, organizaciones no gubernamentales y la cooperación internacional. Su implementación es clave para mitigar los impactos de la fragmentación de hábitats y el cambio climático en la Amazonía ecuatoriana.
Importancia Estratégica del Corredor Palora-Pastaza
El corredor Palora-Pastaza se extiende por una vasta y compleja red de ecosistemas que conectan áreas de alto valor de conservación. Su relevancia radica en varios aspectos:
Conectividad Ecológica: Facilita el movimiento de especies de flora y fauna entre áreas protegidas y bosques fragmentados. Esto es crucial para la viabilidad de poblaciones de especies clave, muchas de ellas en peligro de extinción, al permitirles acceder a recursos, aparearse y adaptarse a cambios ambientales.
Conservación de Biodiversidad: La región amazónica ecuatoriana es un punto caliente de biodiversidad.

Este corredor protege no solo especies emblemáticas como jaguares, pumas, tapires y monos, sino también la diversidad de plantas y microorganismos esenciales para el equilibrio ecológico.
Servicios Ecosistémicos: Contribuye a la provisión de servicios ecosistémicos vitales como la regulación hídrica, la polinización, la calidad del aire y la captura de carbono, beneficios que se extienden más allá de sus límites geográficos.
Participación Comunitaria: El éxito de estos corredores depende en gran medida de la participación y el compromiso de las comunidades locales, especialmente los pueblos indígenas que habitan estas zonas y poseen conocimientos ancestrales sobre el manejo sostenible del territorio. El modelo busca integrar sus prácticas de vida y sus derechos territoriales en la estrategia de conservación.
Componentes y Desafíos de la Implementación
La creación de este corredor implica una serie de acciones coordinadas:
Zonificación y Manejo: Se establecerán zonas de manejo diferenciado que incluirán áreas de estricta conservación, zonas de uso sostenible por parte de las comunidades y áreas de restauración ecológica.
Monitoreo de Biodiversidad: Se implementarán programas de monitoreo de especies clave y de los ecosistemas para evaluar la efectividad del corredor y realizar ajustes en la gestión.
Control y Vigilancia: Se reforzarán los esfuerzos para combatir actividades ilegales como la deforestación, la minería ilegal y la caza furtiva.
Desarrollo Sostenible Local: Se promoverán alternativas económicas sostenibles para las comunidades locales que reduzcan la presión sobre los recursos naturales y mejoren su calidad de vida.
Uno de los mayores desafíos será la gobernanza efectiva y la coordinación entre múltiples actores con intereses diversos. La presión de la expansión de la frontera agrícola y ganadera, así como los proyectos de infraestructura, requerirán un compromiso firme y sostenido por parte del Estado y de la sociedad.
La declaración del corredor Palora-Pastaza posiciona a Ecuador como un referente en estrategias de conservación innovadoras en la Amazonía, sentando un precedente para futuros corredores de conectividad en la región.