en-Ecuavóley gana espacio en España pese a precariedad

07/23/2025

El ecuavóley, deporte tradicional ecuatoriano, se practica cada fin de semana en L'Hospitalet (Barcelona) por hasta 400 personas, aunque en condiciones precarias: descampados, sin infraestructura y sin apoyo institucional. Migrantes se agrupan entre redes, música y comida para mantener viva la cultura deportiva. La embajada ecuatoriana trabaja para oficializar su práctica como deporte comunitario. 

Madrid, España - [21 de julio de 2025] – El ecuavóley, el deporte autóctono de Ecuador, está consolidando su presencia en España, especialmente en ciudades con una significativa comunidad ecuatoriana como Madrid, Barcelona y Zaragoza. A pesar de su creciente popularidad, su expansión se da a menudo en un contexto de precariedad y falta de infraestructuras adecuadas, relegando su práctica a parques públicos y terrenos improvisados.

Este deporte, una adaptación particular del voleibol con reglas y una dinámica de juego únicas (tres jugadores por equipo, una red más alta y un balón más pesado, generalmente de fútbol), ha trascendido las fronteras ecuatorianas gracias a la diáspora. Se ha convertido en un importante pilar de identidad cultural y social para la comunidad migrante, un punto de encuentro y una forma de mantener vivas sus raíces.

El Auge y sus Desafíos

La pasión por el ecuavóley se manifiesta en la organización de torneos y campeonatos locales que congregan a cientos de aficionados, incluso superando en algunos casos la audiencia de partidos de ligas nacionales de fútbol en Ecuador, como se ha visto en transmisiones por redes sociales. De hecho, Madrid fue sede del primer campeonato internacional de ecuavóley en 2007, y se espera que acoja la final de la Copa Canela, uno de los torneos más relevantes, en febrero de 2026.

Sin embargo, esta expansión no está exenta de desafíos:

  • Falta de Espacios Oficiales: La principal dificultad radica en la escasez de canchas específicas para ecuavóley. Los jugadores a menudo utilizan parques públicos, polideportivos adaptados o incluso descampados, lo que genera tensiones con otros usuarios y, en ocasiones, denuncias por "invasión" del espacio público, como se ha reportado en barrios madrileños.

  • Ausencia de Regulación Formal: A diferencia de otros deportes, el ecuavóley carece de una federación internacional sólida o de un reconocimiento oficial por parte de grandes organismos deportivos, lo que dificulta la estandarización de reglas, la formación de árbitros y el apoyo institucional.

  • Búsqueda de Profesionalización: Aunque existe un esfuerzo creciente por profesionalizar el deporte y convertirlo en una disciplina de alto rendimiento, la falta de inversión y estructura formal limita su potencial de crecimiento y visibilidad.

  • Problemas de Convivencia: En algunos casos, la alta afluencia de personas a los partidos y la ocupación de espacios no designados han generado fricciones con vecinos y autoridades, lo que lleva a cierres temporales de canchas. La comunidad pide espacios delimitados para poder practicar el deporte sin molestar.

Identidad y Resiliencia

Pese a estas adversidades, la comunidad ecuatoriana en España muestra una notable resiliencia y compromiso con el ecuavóley. Asociaciones locales trabajan para organizar eventos, promover el deporte entre las nuevas generaciones y buscar el apoyo de las administraciones para conseguir canchas adecuadas. Para muchos, el ecuavóley es más que un juego; es una conexión con su identidad, una herramienta de integración social y una forma de expresar su pasión y camaradería.

La expansión del ecuavóley en España es un testimonio del poder de la cultura migrante para arraigar sus tradiciones y crear nuevos espacios de cohesión social, incluso cuando las condiciones son adversas. La esperanza es que, con el tiempo, este deporte ancestral obtenga el reconocimiento y los recursos que merece para seguir creciendo y uniendo a las personas.